La mayor parte de los fondos de inversión de gestoras internacionales comercializados en Europa están domiciliados en Luxemburgo y, en menor medida, en otras jurisdicciones también europeas.
Estos vehículos de inversión están amparados por las Directivas Europeas de Inversión Colectiva y cuentan con las mismas garantías y protección para el inversor que los fondos de inversión españoles.
Además, en términos generales aplican la misma fiscalidad que en los fondos de inversión nacionales y los inversores personas físicas pueden aplicar el régimen de diferimiento (traspasos entre fondos) previsto en la normativa de IRPF.
Para que este tipo de vehículos de inversión internacionales puedan comercializarse en España deben estar registrados, además, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Luxemburgo es un país que destaca por su estabilidad jurídica, algo que suma puntos a favor de que sea esta plaza una de las favoritas de las grandes firmas de gestión de activos. De entre las muchas formas jurídicas de inversión colectiva vigentes en Luxemburgo la más utilizada para la distribución entre todo tipo de inversores es la SICAV.
Por tanto, en términos de seguridad, garantías y fiscalidad, los fondos españoles e internacionales, y concretamente los luxemburgueses, son similares.