La exposición a renta variable europea puede parecer baja a primera vista, pero de hecho no está lejos de la exposición que dictarían los principales índices. Por ejemplo, MSCI en su índice de países desarrollados da un peso de alrededor del 8% a la Eurozona y de alrededor del 9% al resto de Europa excluyendo la Eurozona.
Hay argumentos que podrían llevar a desviarse mucho del peso marcado por el índice, como por ejemplo la valoración (indicadores como el PER), que favorecerían a la Eurozona por encima de EEUU. Sin embargo, preferimos no desviarnos mucho de esos pesos, y de hecho en la cartera hay un peso muy significativo en regiones que no son la Eurozona.
Aquí en lo que nos fijamos es en la capacidad de proteger la cartera en mercados muy bajistas. El marco institucional de la Eurozona está todavía en proceso de ser mejorado, y a día de hoy todavía no tiene la velocidad, capacidad de innovación y capacidad de actuar que tienen otros marcos institucionales, como el de EEUU.
Como hemos comentado anteriormente, la flexibilidad de la política monetaria en EEUU es mayor que la de la Eurozona. El mandato de la Fed americana es doble: contempla un objetivo de ¨máximo empleo¨ y un objetivo de inflación promedio, mientras que el Banco Central Europeo no tiene un objetivo explícito de empleo, y su objetivo de inflación es más un tope (entendido por muchos como evitar que suba a más del 2%) que un promedio en el que periodos de inflación ligeramente baja se puedan compensar con periodos de inflación ligeramente alta. El BCE también es más ¨forecast-based¨ que ¨outcome-based¨ (se basa en pronósticos a futuro de cómo cree que estarán las variables macroeconómicas), a diferencia de la Fed, lo que tiene algunas ventajas, pero puede hacer al BCE vulnerable a un error en sus pronósticos. En cualquier caso, desde hace más de una década hemos visto a una Fed que ha sido pionera en pensar y actuar fuera de la ortodoxia económica en momentos de crisis graves, para dar soporte a la economía. Algunos hablan de un ¨Fed put¨, en referencia al derivado no lineal que no protege frente a caídas pequeñas pero puede cortar tus pérdidas cuando el mercado cae fuertemente. Es una exageración, pero pese a la hipérbole resume bien como ha actuado la Fed en el pasado.
En cuanto a política fiscal, ahí EEUU también tiene una ventaja frente a la Eurozona y a la Unión Europea, gracias a la madurez institucional. En momentos de crisis fuerte, hay una autoridad que puede tomar decisiones de forma rápida e implementarlas. No hay necesidad de coordinar distintas voces con distintas filosofías respecto al uso de la deuda, o de suspender temporalmente un cierto tratado para poder en efecto aumentar el déficit tanto como sea necesario, o de crear un nuevo vehículo ad-hoc si la nueva crisis es distinta a la anterior. En EEUU no todo es un camino de rosas. A veces las negociaciones entre Demócratas y Republicanos pueden llevar a un paquete de medidas con multiplicadores fiscales sub-óptimos o que favorezcan un factor de producción (por ejemplo capital vs trabajo) desproporcionadamente, pero en la mayoría de casos cuando la situación es grave ambos partidos llegan a un acuerdo, al menos para no ser visto como el bloqueador frente al electorado.
El año 2020 hubo muchos factores que determinaron la evolución de los mercados durante la primera oleada de la pandemia, como la habilidad de cada país de controlar el virus minimizando el impacto en la economía. Sin embargo, es muy probable que la madurez de las instituciones monetarias y fiscales en EEUU permitiera que la renta variable tuviera un comportamiento relativamente mejor que la Eurozona en el mes de marzo y abril, por ejemplo.
Mes de marzo 2020 | Mes de abril 2020 | |
Renta variable Eurozona | -17,2% | 6,5% |
Renta variable resto de Europa | -11,4% | 5,8% |
Renta variable EEUU | -12,3% | 13,0% |
Renta variable Japón | -7,0% | 5,6% |
Renta variable China | -6,5% | 6,5% |