“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. Con estas palabras expresaba Arquímedes la ley de la palanca, que en resumidas cuentas supone multiplicar un pequeño esfuerzo para conseguir grandes resultados. Un principio que también tiene su traducción en el mundo financiero. En este caso, el apalancamiento consiste en utilizar un mecanismo (a menudo, el endeudamiento) para aumentar la cantidad disponible para la inversión.
Esta estrategia tiene una consecuencia muy clara. Y es que si la inversión sale bien, los beneficios serán mucho más elevados que si no te hubieras financiado. Pero esto también funciona en sentido contrario: si la inversión sale rana, el perjuicio también será superior. La cuestión es: ¿cómo puedes saber si esta estrategia de inversión es adecuada para ti? En esta entrada del blog te explicamos en detalle los pros y los contras.