Ya llegó julio. Mientras muchos hacen maletas y desconectan, los mercados no se toman vacaciones. De hecho, el verano puede ser un momento del año complicado para tu cartera. El bajo volumen de contratación reduce la liquidez -lo que aumenta la volatilidad-, y las noticias inesperadas pueden jugar más que nunca con tus emociones.
Si no quieres mirar tu cartera en agosto y llevarte un pequeño susto, ten en cuenta las siguientes pistas y disfruta de un verano sin sobresaltos.
No te alarmes
En los meses estivales, los mercados suelen tener menor volumen de operaciones. Menos traders y menos inversores institucionales activos implica menos liquidez. Y eso significa que cualquier noticia, buena o mala, puede amplificarse más de la cuenta.
Por eso es importante que tengas este factor en cuenta. Si te sientes tentado de consultar la evolución de los mercados durante tus vacaciones, sé al menos consciente de que la volatilidad es mucho más elevada en estas fechas.
A veces, los mercados experimentan altibajos simplemente porque hay menos personas operando. Pero esto no implica necesariamente que se esté produciendo un cambio de tendencia.
Por ejemplo, en agosto de 2015, los índices globales vivieron un “lunes negro” en el que perdieron más del 5% por temor a la desaceleración económica de China. Dos meses después, el mercado había recuperado todo lo perdido. Por tanto, los que vendieron llevados por el pánico se quedaron fuera del rebote.
Mantén tu estrategia
Una cartera de inversión es como un mapa. Puede tener desvíos, pero si está bien construida, te lleva a destino.
Cuando el mercado sufre oscilaciones, es normal sentir la tentación de reaccionar de forma impulsiva. Sin embargo, las decisiones importantes no deberían tomarse con una piña colada en la mano. Y menos aún cuando tu foco está en el largo plazo.
Ten presente cuál es la estrategia de tu cartera, cual es tu horizonte temporal y qué nivel de volatilidad es esperable por el camino. Y si confías en que tu estrategia es la correcta, mantente firme aunque vengan curvas.
Recuerda que los sesgos emocionales suponen el peor consejero del inversor. En consecuencia, cualquier cambio que quieras realizar en tu cartera tiene que estar guiado por criterios estrictamente racionales, no impulsivos.
Para ello, revisa tu cartera periódicamente y asegúrate de que tus objetivos financieros y tu horizonte temporal siguen siendo los mismos. Si es así, lo más probable es que tu estrategia tampoco deba cambiar.
Diversificar tu cartera
Una cartera mal diversificada sufre más cuando hay sorpresas. Por tanto, en periodos de elevada volatilidad como puede ser el veraniego se hace más importante que nunca no poner todos los huevos en la misma cesta.
Ojo, porque diversificar no implica invertir en muchos productos: es tener inversiones que reaccionen de forma distinta ante un mismo evento o noticia del mercado. Por tanto, lo ideal es tener una cartera integrada por diferentes tipos de activos (como bolsa y renta fija), así como por valores/fondos de distintos sectores y áreas geográficas.
Si inviertes en fondos de inversión, consulta la composición de cada producto y comprueba si invierten en las mismas compañías, ya que este solapamiento supone concentrar tus apuestas.
¿Cómo puedes saber si tu cartera está lo suficientemente diversificada? Analiza cómo se ha comportado en el pasado. Si en periodos de altibajos todos tus productos reaccionan siempre de la misma manera, y en la misma proporción, quizá deberías plantearte introducir algún ingrediente que añada descorrelación al conjunto.
La liquidez es clave
Antes de invertir es imprescindible contar con un colchón de liquidez anti imprevistos al que puedas recurrir si te vienen mal dadas.
Una vez hayas construido este fondo de emergencia podrás dedicar el resto de tus ahorros a la inversión. De ese modo, sabrás que puedes asumir el compromiso de no tocar tu dinero durante todo el plazo que te hayas propuesto.
Este colchón es clave para cualquier ahorrador, pero en las épocas más propensas a altibajos en bolsa resulta aún más importante. Por un lado, esa parte de tu cartera no estará sufriendo pérdidas, ni siquiera puntuales, lo cual te aportará paz mental.
Y, por otro lado, te ofrecerá la posibilidad de realizar alguna compra puntual si consideras que la volatilidad veraniega ha sido excesiva. De este modo, si en mitad de agosto consideras que un valor que te interesa ha sufrido un castigo excesivo puede ser una buena oportunidad para hacer una compra táctica.