cinco pistas para entender qué es el euro digital

¿Hace cuánto que no pagas una compra con billetes y monedas? ¿Cuándo fue la última vez que sacaste dinero del cajero? Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, en el que el uso del efectivo está en franca retirada. En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) se ha propuesto dar un paso más, con el lanzamiento del euro digital. Te contamos en qué consiste exactamente y en qué se diferencia de las tradicionales cuentas bancarias o de pagar con Bizum o tarjeta.

Qué es

El euro digital es la versión electrónica de los euros que usamos a diario. Además, están emitidos directamente por el BCE. Por tanto, es dinero digital, respaldado por el banco central, accesible para cualquier ciudadano, empresa o administración pública de la zona euro.

Es muy importante que tengas en cuenta que no se trata de una criptomoneda, como el bitcoin, ni de un activo financiero especulativo. Es una forma de efectivo digital: su valor será siempre equivalente al del euro tradicional (1 euro digital = 1 euro en efectivo).

Su propósito no es reemplazar el efectivo, sino complementarlo. Será por tanto una alternativa pública, segura y gratuita en un mundo cada vez más digital, donde los pagos electrónicos ganan terreno y las grandes plataformas tecnológicas asumen un rol cada vez más dominante.

Por qué se quiere implantar

Detrás del euro digital hay varias razones estratégicas que van más allá de la comodidad de pagar con el móvil. Una de ellas es la soberanía monetaria. Actualmente, los sistemas de pago más usados en Europa (como Visa o Mastercard) son de origen extranjero. El euro digital permitiría reforzar la autonomía financiera de la zona euro frente a actores internacionales.

Además, en situaciones de ciberataques o apagones tecnológicos, contar con una forma de dinero digital directa, estable y controlada por el BCE garantiza continuidad en los pagos esenciales.

Otra razón es la inclusión financiera. El euro digital será gratuito en su uso básico, sin comisiones ni necesidad de contar con una cuenta bancaria tradicional. Esto lo convierte en una herramienta para combatir la exclusión financiera.

Cómo funciona

El euro digital se podrá utilizar a través de una aplicación o monedero digital que funcionará en el móvil u otros dispositivos. Estos monederos podrían ser ofrecidos por bancos, fintech autorizadas o incluso entidades públicas, como Correos.

Desde allí, se podrán hacer pagos entre personas, como un Bizum, pero sin depender del banco. También se podrá pagar en comercios físicos u online.

Además, estos pagos se podrán realizar incluso sin conexión a Internet, en modo offline, como si usaras efectivo.

Los usuarios podrán recargar su monedero transfiriendo fondos desde su cuenta bancaria, o incluso convirtiendo efectivo en euro digital a través de cajeros o puntos habilitados.

Para evitar desequilibrios en el sistema financiero, se establecerán límites al saldo máximo que una persona podrá tener en euros digitales. Por el momento, no se ha establecido una cifra definitiva, aunque la cifra que se baraja actualmente oscila entre los 500 y los 3.000 euros por persona.

Otra cosa muy importante es que el BCE no tendrá acceso a tus datos personales ni rastreará tus compras. Los pagos serán confidenciales, especialmente los offline, y se mantendrá un equilibrio entre privacidad y prevención de delitos financieros.

En qué se diferencia del dinero actual

La clave radica en quién emite ese dinero. Cuando haces una transferencia, usas dinero creado por un banco comercial. El euro digital, en cambio, será dinero de banco central, como el efectivo, pero en formato digital. Es decir, un activo sin riesgo, respaldado directamente por el BCE, no por una entidad privada.

Esto aporta estabilidad, seguridad y neutralidad, especialmente en situaciones de crisis o en países con menor confianza en sus bancos comerciales.

Cuándo estará disponible

El BCE está desarrollando este proyecto en fases. Actualmente (septiembre de 2025), se encuentra en la etapa de preparación técnica y legislativa, que finalizará en octubre de este mismo año.

A partir de ahí, el Consejo del BCE decidirá si se lanza oficialmente. Si todo va según lo previsto, podríamos empezar a usar el euro digital en el año 2026.

Mientras tanto, ya se están realizando pruebas piloto con entidades tecnológicas europeas.

 

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