El refranero español es una fuente de sabiduría popular. Está lleno de reflexiones que podemos aplicar en distintos ámbitos de nuestra vida, incluido el financiero. Veamos cinco refranes relacionados con el dinero y qué es lo que podemos aprender de cada uno de ellos.
Dinero ahorrado, dos veces ganado
Ahorrar no es otra cosa que posponer el gasto. Por tanto, es un dinero que reservamos con un objetivo claro, ya sea un colchón anti imprevistos o una pensión para nuestra jubilación. Desde esa perspectiva, el dinero que ahorramos se gastará de forma racional y en algo que realmente necesitaremos y que nos hará felices.
En cambio, cuando no ahorramos, nuestro dinero sale a veces de nuestro bolsillo sin apenas darnos cuenta, en compras impulsivas o microgastos que en realidad no nos hacen felices.
De ahí que el refranero español concluya que el dinero ahorrado es dos veces ganado, ya que al ser gastado más sabiamente nos hace doblemente dichosos.
Si a esto le añadimos el potencial de crecimiento que tiene ese dinero una vez lo invertimos, el enunciado de ese refrán puede tener un sentido literal. Y es que inversiones con una rentabilidad del 8%, como la que puede dar la bolsa a largo plazo, pueden duplicar su valor en un plazo de nueve años.
Dinero llama dinero
El punto anterior enlaza con este segundo refrán, que busca expresar que el dinero puede generar más dinero.
Invirtiendo nuestros ahorros podemos conseguir una rentabilidad, que dependerá del riesgo que queramos asumir. Por el contrario, tener el dinero parado (por ejemplo, en una cuenta corriente no remunerada) implica incurrir en un coste de oportunidad ya que podría estar trabajando para nosotros.
Esta reflexión es útil tenerla en cuenta también desde el punto de vista de la fiscalidad. De este modo, productos que permiten aplazar el pago de impuestos, como los planes de pensiones, pueden resultar muy interesantes, ya que todo el tiempo que pospongamos la tributación el dinero estará generando rentabilidad para nosotros, y no para Hacienda.
Bueno es el bolsón, si obedece a la razón
Este antiguo refrán se refiere a que tener dinero resulta aún más satisfactorio si le damos el uso correcto. Invita a manejar las finanzas personales desde una perspectiva racional y, por tanto, sensata.
Tener dinero no es suficiente. También es importante gestionarlo de manera responsable, evitando gastos innecesarios y utilizándolo para alcanzar nuestros objetivos en el medio y largo plazo.
En cambio, si no se gestiona el dinero de manera adecuada puede producir quebraderos de cabeza y dificultades para alcanzar nuestras metas.
Nadie da duros a peseta
Poner a trabajar el dinero es una buena idea, pero también es importante ser conscientes de que no siempre es oro todo lo que reluce. En ocasiones nos podemos encontrar con chiringuitos financieros o vendedores de humo que prometen rentabilidades desaforadas, demasiado buenas para ser verdad. En esos caso, es conveniente estar alerta.
Para identificar si el producto financiero (o el curso de inversión) que nos quieren vender es realmente fiable, hay que estar atentos a las señales de aviso. La primera es precisamente la rentabilidad. Cualquier entidad que ofrezca un retorno fuera de lo razonable debería hacernos sospechar. A modo de orientación, la bolsa, que es el activo más rentable en el largo plazo, ofrece una rentabilidad anualizada del 10%.
Por otro lado, la rentabilidad va siempre asociada al riesgo. Cualquier perspectiva de ganancia irá siempre en consonancia con la probabilidad de pérdida. Si la entidad te ofrece una rentabilidad elevada, con un nivel de riesgo nulo o reducido, recuerda que nadie da duros a peseta.
El dinero no da la felicidad
Tener dinero y gestionarlo adecuadamente te hará más feliz. Pero está claro que no es lo único en la vida. También es importante que cuides de otros ámbitos, como la salud, la familia, los amigos o el entorno que te rodea.
En este sentido, es importante tener encuentra que la rentabilidad no lo es todo. También es importante que el nivel de riesgo sea el adecuado, de tal modo que nuestras inversiones nos permitan dormir tranquilos.
Además, si lo deseas puedes invertir siguiendo principios de inversión socialmente responsable, que ayudarán no solo a generar rentabilidad a tus ahorros, sino a cuidar de tu planeta y contribuir a una sociedad mejor.