Ya has localizado el fondo que te gusta. Conoces el nombre, la gestora, y la política de inversión. Pero a la hora de invertir, te encuentras con que existen diferentes clases (o modalidades), cada una con su propio código ISIN. ¿En cuál deberías invertir? En este post te contamos en qué consisten las diferentes clases de fondos, según su política de reparto de dividendos.
Repartir o reinvertir
¿Qué ocurre con los dividendos que generan las compañías en las que invierte un fondo de bolsa? ¿Y con los cupones de los títulos de deuda en un fondo de renta fija? La política de reparto es precisamente uno de los principales criterios con los que suelen clasificarse los fondos. En este sentido, existen dos opciones: la clase de acumulación y la de reparto (o distribución).
Los fondos de acumulación reinvierten los beneficios obtenidos (los dividendos, los cupones…) en el propio fondo. En cambio, los fondos de reparto los distribuyen a sus partícipes periódicamente.
La mayoría de los fondos son de la modalidad de acumulación y, en muchos casos, ni siquiera cuentan con la modalidad de reparto. Esto es así porque la acumulación es mucho más eficiente desde el punto de vista fiscal, ya que el inversor final no tiene que tributar por estos rendimientos. En cambio, si los dividendos se reparten, los partícipes sí que tienen que pagar impuestos por ellos.
No obstante, el apetito de los inversores por productos que les ofrezcan rentas periódicas ha popularizado los fondos de reparto, y cada vez es más frecuente encontrar productos que cuentan con las dos modalidades de inversión.
Priorizar el dividendo
Por otro lado, algunos fondos ofrecen una tercera alternativa: la clase Dividendo, que prioriza el reparto de una renta a los partícipes. Este dividendo suele provenir de los rendimientos generados por los activos en los que invierte el fondo. Pero a diferencia de la clase de Reparto/Distribución, si las rentas generadas no son suficientes para llegar al importe objetivo, la gestora reembolsa algunas de las participaciones.
Esta opción es relativamente popular en otros mercados, como el británico, aunque en España no es muy frecuente.
¿Cómo distinguirlas unas clases de otras? Además de consultar el folleto, en muchos casos te podrás guiar por el nombre del fondo. De este modo, muchos de los fondos de la modalidad de acumulación llevan la coletilla ACC al final (de ‘accumulate’, que significa ‘acumular’ en inglés), mientras que otros llevarán la coletilla DIS, de ‘distribution’ (distribución) o INC, de ‘Income’ (renta). La clase Dividendo suele ser llevar aparejada la coletilla DIV.
Por ejemplo, si se analiza la clase A (dirigida a cliente de banca privada) del fondo JPMorgan Global Dividend Fund EUR Hedged, nos encontramos con tres opciones:
Nombre del fondo | ISIN | Descripción |
JPM Global Dividend A (acc) – EUR (hedged) | LU0329202419 | No distribuye dividendos. Los ingresos obtenidos se conservan en el valor liquidativo |
JPM Global Dividend A (dis) – EUR (hedged) | LU0329202500 | Distribuye un dividendo anual en marzo en base a los ingresos declarables |
JPM Global Dividend A (div) – EUR (hedged) | LU0714180493 | Distribuye un dividendo trimestral en base a una estimación del rendimiento anual, antes de comisiones. Prioriza el pago de dividendos en lugar del crecimiento del capital, y distribuye, por lo general, un importe superior al de los ingresos obtenidos. |
Por lo demás, las tres clases del fondo tienen una misma política de inversión y una misma cartera de activos. Lo único que les diferencia es la política a la hora de gestionar los dividendos que reparten las compañías en las que invierten.
Por otro lado, algunos fondos cuentan no con una, sino con varias clases de reparto, que se distinguen a su vez por la frecuencia del pago: trimestral, semestral o anual.
? Cuál te conviene más: Depende de tus necesidades. Desde un punto de vista fiscal es más eficiente la clase de acumulación, pero hay inversores que valoran muy positivamente cobrar una renta periódicamente.
Otras clases de fondos
Los fondos también se pueden clasificar según del tipo de inversor al que se dirigen (te lo contamos aquí). Y si invierten en mercados extranjeros, en función de la divisa en la que están denominados (pros y contras, en este post).