¿Sabes qué es la inflación? ¿Y el interés compuesto? ¿En qué consiste la gestión del riesgo? Las mujeres tienen más dificultades que los hombres a la hora de contestar este tipo de preguntas sobre finanzas. O al menos a esa conclusión llegan diferentes estudios. El último de ellos, un reciente informe del Banco de España, que señala que el 67% de los españoles responde correctamente al menos 5 de 7 preguntas de un cuestionario de conocimientos sobre finanzas, frente al 50% de las españolas. Y esa brecha es muy superior a la de la media de países desarrollados, en la que el 61% de los hombres “aprueba el examen” frente al 51% de las mujeres.
Por cierto que los países cuyos habitantes saben más de esta materia son China y Noruega, mientras que Estonia y Letonia destacan tanto por los buenos conocimientos financieros como por tener una brecha de género casi nula.
Razones
¿Por qué las mujeres se quedan atrás en este terreno? Existen varios estudios académicos sobre el tema y aunque la literatura científica no apunta a una sola causa, sí que ha detectado varios factores que podrían incidir en mayor o menor medida
• Nivel educativo. Una posibilidad es que las mujeres tengan peores conocimientos porque, en algunos casos, su nivel educativo es inferior al de los hombres. Sin embargo, esta explicación no convence del todo a los expertos, ya que si se analizan grupos de personas del mismo nivel sociodemográfico (edad, lugar de nacimiento, educación y estado civil), la brecha de género se reduce, pero no de forma sustancial.
• Habilidades genéricas. Otra posible explicación es que exista una diferencia de género que vaya más allá del nivel educativo, como la capacidad numérica o de comprensión lectora. No obstante, los estudios que han tenido en cuenta estas variables tampoco han arrojado resultados concluyentes.
• Interés en las finanzas. Una hipótesis sostiene que los hombres saben más de finanzas sencillamente porque les interesan más esos temas o tiene mayor experiencia laboral en ellos. En este sentido, es cierto que si se analizan grupos de estudiantes de grados empresariales en EEUU (a los que se presupone cierto interés por las finanzas), la brecha de género se reduce… pero no desaparece.
Otros estudios sugieren que las mujeres tienen menos apetito por el riesgo que los hombres, por lo que tienden a acumular menos ganancias. Esto podría explicar que su interés por los temas financieros sea menor.
• Rol de la mujer en la sociedad. Por último, algunos investigadores señalan que las mujeres tienen un rol tradicional en algunas sociedades que dificulta su acceso a los recursos económicos y el poder político. Por ello, sus conocimientos de finanzas son peores.
En cambio, en las sociedades más igualitarias las mujeres participan más a menudo de la toma de decisiones financieras por lo que tienden a tener más conocimientos en esta materia.
En la misma línea, un estudio del Instituto Alemán de Investigación Económica concluye que para que la brecha de género se reduzca es imprescindible que las mujeres aprendan desde pequeñas a ver los asuntos financieros como “parte de su trabajo”.
Algo que explicaría porque la brecha es más reducida en países como Tailandia, donde la cultura es más igualitaria en este sentido, que en otros como Estados Unidos o Alemania.
Finalmente hay un último punto que hay que tener en cuenta y que va más allá de la literatura científica: la falta de confianza. En los cuestionarios de educación financiera, las mujeres tienden a responder “no sé” mucho más a menudo que los hombres. Es difícil saber si esta opción implica un verdadero desconocimiento por parte de las encuestadas o una falta de certeza a la hora de responder la pregunta.
Esperanza para el futuro
En la otra cara de la moneda, algunos estudios apuntan que la tendencia se podría estar revirtiendo en las nuevas generaciones. Así, según un informe elaborado por la aseguradora MetLife y la Fundación Junior Achievement, las jóvenes españolas hasta los 15 años de edad demuestran un nivel de conocimiento financiero básico superior al de los chicos.
Además, las niñas son más racionales que los niños en los procesos de compra. Comparan con mayor frecuencia productos similares, buscan las mejores ofertas, y valoran los ingresos y gastos antes de decidir.