Una de las grandes falacias del mundo de la inversión es que los planes de pensiones no son productos rentables. Otros matizan (aunque también erróneamente), que sí son rentables, pero menos que los fondos de inversión. Sin embargo, lo cierto es que ningún producto es, en sí mismo, más o menos rentable que otro, sino que todo depende de los activos financieros en los que ese producto invierta.
¿De dónde viene entonces esa creencia? ¿Tiene algún viso de verosimilitud? Para responder a esta pregunta debemos analizar primero qué es un plan de pensiones.
Definición de plan de pensiones
Un plan de pensiones es un instrumento de inversión colectiva con vocación a largo plazo, que cuenta con importantes ventajas fiscales, aunque también con restricciones de liquidez. Se trata de productos pensados para el ahorro de cara a la jubilación. No obstante, es posible rescatar el dinero antes de tiempo al cabo de 10 años (para aportaciones desde 2015) o bien en casos de incapacidad, fallecimiento, dependencia, enfermedad grave y/o desempleo.
A diferencia de otros productos de inversión (como los fondos y ETF), los planes no están regulados por la CNMV, sino por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Por cierto, aprovechamos para aclarar que un plan de pensiones no es exactamente lo mismo que un fondo de pensiones. Los planes de pensiones se adscriben a fondos de pensiones, que son los vehículos de inversión en los cuales se integran las aportaciones y recursos de los planes.
Rentabilidad y oferta de producto
¿Y en qué invierten estos fondos de pensiones? Pues depende de lo que dictamine la política de inversión del producto. Exactamente lo mismo que sucede con los fondos de inversión. Por tanto, su rentabilidad dependerá enteramente del tipo de mercado en el que invierta y, como es lógico, la pericia del gestor a la hora de seleccionar los valores con más potencial en ese mercado.
Por tanto, en principio un plan de pensiones que invierta, por ejemplo, en bolsa americana, debería tener las mismas posibilidades de ser rentable que un fondo de inversión que invirtiese en ese mismo mercado. Sin embargo, aquí hay un matiz importante que tener en cuenta. La oferta de planes de pensiones está integrada sólo por entidades nacionales, mientras que el abanico de producto en los fondos de inversión es más amplio, al incluir tanto los productos de gestoras nacionales como internacionales. En consecuencia, como la oferta de fondos de inversión es más amplia, también es más sencillo encontrar productos de gestoras especializadas en determinados mercados y con capacidad para batir al índice. En el ejemplo anterior, la oferta de fondos de inversión incluiría productos de gestoras estadounidenses, cuyo expertise en el mercado local es, a priori, mayor.
Hay un segundo elemento que tener en cuenta y es el propio sistema de distribución del producto. Buena parte del mercado de planes de pensiones está acaparado por gestoras que pertenecen a grupos bancarios. Y estas gestoras tienen una gran facilidad para llegar al cliente gracias al tirón de la red comercial del banco (y la política de venta cruzada, que condiciona por ejemplo, el interés de la hipoteca con la contratación de un plan de pensiones). Por tanto, tradicionalmente estas gestoras han tenido menos incentivos para batir al índice o incluso para ofrecer comisiones más ajustadas.
Con todo, dentro de la oferta de planes de pensiones figuran también los productos de gestoras independientes, cuyo esquema de incentivos, al carecer de red comercial, es mucho más favorable en este sentido. En muchos casos, se trata de gestoras boutique de fondos de inversión que lanzan una segunda rama de gestión de fondos de pensiones en la que replican las mismas estrategias y políticas de inversión que en sus fondos. ¿Qué sentido tiene, por cierto, comercializar un plan de pensiones que invierta de forma idéntica a un fondo de inversión? Aquí ten en cuenta que ambos vehículos tienen una fiscalidad y unas condiciones de liquidez completamente distintas.
Arquitectura abierta y gestión pasiva
Aunque los planes de pensiones se han visto penalizados por el hecho de que la oferta global fuera más pequeña y estuviera fuertemente bancarizada, en los últimos años el status quo está cambiando. Por un lado, debido al auge de la arquitectura abierta, esto es, la filosofía por la que una entidad pone a disposición de sus clientes una gama lo más amplia posible integrada tanto por productos propios como de terceros.
Hasta hace poco, los ahorradores sólo podían contratar los planes de pensiones de la gestora a la que pertenecía su banco. Pero gracias a la aparición de los neobancos, ya es posible encontrar en un solo marketplace una amplia oferta de producto, tanto de gestoras bancarias como independientes. El ahorrador ya no se ve obligado a invertir en el mejor producto que encuentre, dentro de los que le ofrezcan en la sucursal, sino que tiene un abanico relativamente amplio donde elegir, con todas las ventajas que eso supone (y el acicate que implica para la competencia entre unos productos y otros). Por ejemplo, en la plataforma de MyInvestor, que a cierre de septiembre contaba con la mayor oferta de planes de pensiones de España, se pueden contratar hasta 82 planes distintos.
En consecuencia, es más sencillo localizar productos con rentabilidades muy atractivas:
Nombre del plan de pensiones | Código DGS | Rentabilidad en 2021 (%) |
Horos International PP | N5263 | 38,99 |
MyInvestor Indexado S&P 500, PP | N5394 | 33,38 |
BBVA Telecomunicaciones PP | N1793 | 30,72 |
Caser Renta Variable Norteam. Ga PP | N3822 | 29,75 |
Merchbanc Global PP | N1175 | 28,72 |
El segundo fenómeno que ha impulsado en gran medida la rentabilidad de los planes es la popularización de la gestión indexada. Hasta hace unos años, todos los planes de pensiones eran de gestión activa lo que unido a la dificultad de los gestores para batir al índice (todo un reto tanto para los gestores de planes de pensiones como de fondos de inversión), desembocaba en retornos no siempre atractivos. Pero con el reciente tirón de la gestión pasiva, han surgido planes de pensiones indexados cuya rentabilidad se sitúa en línea con la del índice al que replican. Además, son planes que respetando el espíritu de la gestión pasiva, fijan comisiones de gestión muy ajustadas, lo que redunda en una mayor rentabilidad en el largo plazo.