análisis técnico (o chartista): cuáles son los patrones más conocidos

¿Has oído alguna vez que una acción ha superado su resistencia? ¿O que el gráfico de la cotización ha dibujado una figura, como un rectángulo o incluso un hombro-cabeza-hombro? Todas estas expresiones son propias del análisis técnico, que es una de las herramientas de las que se valen los expertos para intentar anticipar el comportamiento que tendrán las compañías en bolsa (y, por ende, tratar de averiguar cuáles son las que presentan mejores perspectivas).

El análisis técnico surgió en Estados Unidos a finales del siglo XIX de la mano de Charles Henry Dow. A diferencia del análisis fundamental, que trata de calcular el valor real de las compañías, el análisis técnico, o chartista, se fija exclusivamente en la evolución histórica de la cotización.

De este modo, analiza las gráficas e intenta identificar pautas (también llamadas formaciones o figuras) que permitan prever su comportamiento.

Es importante que la figura se vea confirmada al cierre de la sesión y que el volumen de negociación sea lo más elevado posible. También es más fiable cuanto mayor sea el periodo temporal analizado.

No obstante, huelga decir que el análisis técnico no es una herramienta infalible, como tampoco lo es el análisis fundamental. Recuerda que invertir en bolsa siempre implica un riesgo.

Soportes y resistencias

Dentro del análisis chartista es esencial entender el concepto de soporte y resistencia. Se trata de niveles de precio en los que la cotización de un valor suele detenerse para continuar en dirección contraria.

Así, el soporte es el nivel inferior en el que la acción (o el activo que estemos analizando) se detiene para iniciar el ascenso. En otras palabras, es el precio en el que la compañía suele rebotar.

Por el contrario, la resistencia es el nivel superior donde el activo deja de subir para iniciar el descenso. O dicho de otro modo, ese máximo que le cuesta superar.

Hombro-cabeza-hombro

Una de las figuras más populares dentro del análisis técnico es el hombro-cabeza-hombro. Se llama así porque la cotización del valor dibuja tres techos: un máximo en el centro que simula la cabeza y dos a los lados (los hombros), que son de menor calado.

El nivel de precio que amortigua los mínimos de los dos hombros, y que por tanto actúa como soporte, se denomina línea clavicular o de cuello.

La ruptura del precio tras formar el hombro derecho, por debajo de la línea de cuello, indica que es probable que el precio caiga con una amplitud de al menos la de la cabeza. Por tanto, el patrón hombro-cabeza-hombro es una figura bajista.

No obstante, también es posible detectar el patrón opuesto, el hombro-cabeza-hombro invertido. En este caso, la cabeza y los hombros se sitúan en la parte inferior del gráfico, formando precios mínimos. Por tanto, implica un cambio de tendencia de bajista a alcista.

Doble / triple techo

La figura de doble techo consta de dos máximos iguales (o tres, si hablamos de triple techo), a los que sigue un movimiento al alza.

Por tanto, el doble suelo, también denominado formación en “W” es una formación de cambio de tendencia bajista a alcista que se suele producir en los fondos de mercado o al final de tendencias bajistas.

Doble / triple suelo

Por el contrario, la figura de doble suelo es inversa a la de doble techo. En este caso, la cotización dibuja dos mínimos (tres, si es triple suelo) en un mismo nivel de precios, que posteriormente rompe a la baja.

Se trata por tanto de una figura que anticipa un cambio de tendencia a la baja.

Rectángulo

La formación del rectángulo describe un mercado lateral. Está formada por dos líneas paralelas y el activo evoluciona en el espacio comprendido entre ellas.

Cuanto más tiempo tarde el valor en romper este rectángulo, al alza o a la baja, más acentuada será esa tendencia, ya sea alcista o bajista. Esto es así porque los operadores habrán tenido más tiempo para fijarse en la existencia del rectángulo. De este modo, una vez rompa al alza o a la baja, la mayoría tenderá a invertir en línea con ese movimiento.

Cuña ascendente / descendente

Las cuñas son figuras que anticipan cambios de tendencia. Son muy similares a los triángulos. La diferencia es que las dos líneas que la delimitan (soporte y resistencia) tienen la misma dirección y no se cruzan como sucede en el triángulo.

Cuando la cuña es ascendente, anticipa una caída y cuando es descendente, una subida.

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