Una de las grandes ventajas de los fondos de inversión es que permiten trasladar el dinero de un producto a otro con facilidad y sin tener que tributar por el camino. Hablamos del traspaso, una operación con la que el partícipe vende participaciones de un fondo de inversión para comprar a continuación participaciones en un fondo distinto. Sin embargo, este proceso todavía suscita algunas dudas en los inversores. Aclaramos las más frecuentes.
Cómo ordenar un traspaso
A la hora de llevar tu dinero de un fondo a otro debes realizar la orden en la entidad de destino, que es la que comercializa o gestiona el fondo en el que se quiere invertir. Por cierto que puedes trasladar todo el capital ahorrado en el primer fondo (traspaso total) o sólo una parte de él (traspaso parcial).
También es importante que te cerciores de que el fondo de destino no establece un listón mínimo de inversión que sea superior al importe que deseas traspasar.
La entidad de destino trasladará la solicitud a la entidad que comercializa o gestiona el fondo de origen. Ésta comprueba los datos del partícipe y cursa la orden de venta de las participaciones. Después, transfiere directamente el dinero a la entidad de destino, junto con la información fiscal del inversor.
¿En qué se diferencia entonces un traspaso de una orden de venta más una orden de compra? En el caso de un traspaso, la gestora da la orden de venta de las participaciones pero el partícipe nunca llega a disponer del dinero, ya que se transfiere directamente para su inversión en el fondo de destino.
Plazos del traspaso
Una de las cuestiones que más dudas suscita es el tiempo que tarda en realizarse esta operación. Los plazos vienen determinados por la celeridad de la entidad a la hora de comprobar los datos del partícipe, cursar la orden y transferir el capital.
No obstante, existen unos plazos máximos. Y esto depende en buena medida de las entidades involucradas. En este sentido, te recordamos que puedes traspasar tu dinero entre dos fondos de una misma gestora o bien entre fondos de gestoras distintas. A su vez puedes ordenar un traspaso entre dos fondos comercializados por un mismo banco o entre dos fondos comercializados por bancos distintos. En este último caso, debes asegurarte de que dispones de una cuenta en la entidad de destino.
Así, el traspaso entre fondos de la misma gestora debe hacerse en un plazo máximo de 5 días hábiles desde que se lanza la orden. En algunas ocasiones, se puede realizar a través de una modalidad extra rápida cuando los dos fondos son pareja switch. En cambio, el traspaso entre fondos de inversión de distintas gestoras o entidades comercializadoras es más complejo y puede requerir hasta 8 días.
Costes del traspaso
Hay una serie de variables que el inversor debe analizar para averiguar si el traspaso puede implicar algún coste. Una de ellas es la posibilidad de que los fondos cobren comisiones que penalicen la entrada/salida de los partícipes. Un traspaso implica la venta de participaciones de un fondo y la compra de participaciones de otro. Por tanto, hay que analizar, por un lado, si el primer fondo está sujeto a comisión de reembolso. Y, por el otro, si el fondo de destino está sujeto a comisión de suscripción.
En este caso, resulta útil consultar el folleto del fondo. Si este documento establece que la comisión de suscripción/reembolso es cero, entonces no hay nada de qué preocuparse.
Si establece algún tipo de comisión, todavía es posible que el partícipe no tenga que pagarla, ya que algunas gestoras indican esta posibilidad en el folleto pero en la práctica no realizan este cobro. Para salir de dudas, lo mejor es ponerse en contacto con la gestora o con la entidad comercializadora.
Otra posibilidad es que el fondo sí que cobre comisión de suscripción y/o reembolso, pero que lo haga sólo en una ventana temporal concreta. Esto es muy común en los fondos de renta fija buy and hold. Esta estrategia consiste en mantener los bonos en cartera hasta el vencimiento, por lo que los fondos buscan desincentivar que los partícipes vendan antes de tiempo.
Por otro lado, los fondos garantizados también penalizan el reembolso en un periodo de tiempo determinado. No obstante, suelen ofrecer ventanas de liquidez a los partícipes.
Un segundo factor a considerar es la divisa en la que están denominados el fondo de origen y el de destino, ya que los tipos de cambio pueden afectar al importe traspasado.
Qué fondos son ‘traspasables’
La gran ventaja del traspaso es que el inversor puede trasladar el dinero de un fondo a otro sin tener que tributar. Es decir: el inversor no tiene que pagar impuestos por las posibles plusvalías generadas hasta que no se produce el reembolso definitivo. En consecuencia, las participaciones no están sujetas a retención a cuenta en la declaración del IRPF.
Ahora bien, para que se aplique esta ventaja fiscal, el traspaso se tiene que producir entre dos fondos españoles y/o constituidos en otro país comunitario, siempre que estén registrados en la CNMV.
Esto incluye también a las sicav (nacionales o extranjeras), aunque es necesario que éstas cumplan una serie de requisitos adicionales. Para que sean traspasables la ley exige que cuenten con al menos 500 accionistas. Además, el accionista no puede tener o haber tenido más del 5% del capital de la sociedad durante los últimos 12 meses.
En cambio, los fondos cotizados (conocidos como ETF) suponen una excepción, sean españoles o no, ya que en su caso no está permitido el traspaso. En consecuencia, el inversor puede deshacer posiciones en un ETF y comprar otro, pero tendrá que tributar por el camino.