Cuánto deberías ahorrar al mes (aunque ganes poco)

La vuelta de las vacaciones y el comienzo del nuevo curso es un momento propicio para marcarte nuevas metas y reordenar tus prioridades. Algunas pueden ser muy apetecibles, como esa clase de cocina o ese gimnasio a los que siempre has querido apuntarte. Y otras es posible que se te hagan un poco más cuesta arriba, como comenzar a poner en orden tus finanzas personales. Sin embargo, ahorrar no es tan difícil como parece… déjanos ayudarte.

Lo primero que debes tener claro es que para ahorrar, y posteriormente invertir, no es necesario tener una gran cantidad de dinero. Lo importante no es acumular una cantidad fija mes a mes, sino separar al menos un porcentaje de tus ingresos. Lógicamente, si ganas mucho dinero podrás ahorrar más y si ganas poco, podrás destinar cuantías más modestas. Pero en cualquier caso, por poco que sea, si inviertes ese dinero y le das el tiempo suficiente, los resultados pueden ser sorprendentes gracias a la magia del interés compuesto.

También es posible que te plantees por qué es tan necesario ahorrar (o invertir). O por qué es tan necesario que lo hagas ahora… ¿no sería mejor posponer esa tarea para más adelante, cuando tu economía sea más boyante?

Como es lógico, la decisión de qué hacer con tu dinero es sólo tuya. Pero ten en cuenta al menos una cosa: el efecto de la inflación. La subida de los precios, año tras años, van reduciendo tu poder adquisitivo. Dicho de otro modo, con la misma cantidad de dinero en el futuro podrás comprar menos cosas. Por tanto, la única forma de compensar esto es ahorrar e invertir, hacer tu dinero crecer, para que al menos la rentabilidad obtenida compense la merma en tu capacidad de compra.

Por otro lado, hay otra serie de metas que es muy probable que te plantees, ahora o más adelante, como el ahorro para la jubilación o para la entrada de una cosa, el pago de un master, la boda de tus sueños… si es así, lo ideal no es esperar hasta el último momento, donde apenas tendrás margen de maniobra para hacer crecer tu dinero. Cuánto antes empieces a invertir, más rendimientos obtendrás para tus ahorros. Así, cuando se presente alguna de estas situaciones podrás alcanzar tus metas financieras sin problemas.

La cuestión es: ¿qué porcentaje de tus ingresos deberías destinar todos los meses para el ahorro? No hay reglas fijas al respecto, pero los expertos en planificación patrimonial suelen citar la regla del 50/30/20. Esta regla consiste en dividir tus ingresos netos (es decir, tras el pago de impuestos) en tres partes:

El 50% iría destinado al pago de tus necesidades básicas: vivienda, comida, transporte, etcétera.

El 30% tendría como objetivo sufragar tus caprichos. Esos gastos que no son imprescindibles, pero que te aportan calidad de vida, como todo lo ligado al ocio, la gastronomía o los viajes.

Finalmente, el 20% restante iría a la parte del ahorro.

¿Cómo hay que entender esta norma? Aunque no te la tomes al pie de la letra, lo importante es que tengas una noción básica, pero no por ello menos importante (y que muchos olvidan): tus gastos tienen que ir en consonancia con tus ingresos. La primera parte, lógicamente, es mucho más difícil de recortar. Pero al menos es interesante que analices la partida de gastos superfluos para ver si se ajusta a ese 30% ideal que postulan los analistas. De no ser así, puede que debas apretarte el cinturón. O, en la medida de lo posible, intentar que tus ingresos aumenten.

¿Qué hacer una vez has ahorrado? En este post te explicamos cuáles son las principales preguntas que deberías plantearte antes de empezar invertir. Pero en líneas generales, quédate con la idea de que tienes que marcarte un objetivo (¿para qué estás ahorrando? ¿En qué te gustaría gastarte el dinero en el futuro?) y un plazo en el que quieras conseguirlo.

Y no te olvides de crear un colchón de liquidez que te ayude a bregar con cualquier imprevisto que pueda surgir por el camino. Piensa que lo ideal es que dediques a la inversión un dinero del que seas capaz de prescindir en el medio plazo, así que lo suyo es que cuentes con un colchón del que tirar en caso necesario para no tener que deshacer tus inversiones en el peor momento (o antes de haber conseguido tu meta financiera).

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