la letra pequeña de las ofertas hipotecarias: el diablo está en los detalles

Las entidades financieras están muy activas en la concesión de ofertas hipotecarias. Debes buscar, comparar y elegir la que más te convenga sin olvidar poner la lupa en la letra pequeña. El diablo está en los detalles.

El precio es clave a la hora de contratar un préstamo. Sin embargo, detrás del tipo de interés más bajo no está necesariamente la mejor oferta. O quizá sí, pero si quieres evitar sustos en el futuro, sigue leyendo…

Es lícito y habitual que las entidades bonifiquen los precios de las hipotecas a medida que el cliente se vincule más, pero las rebajas o subidas vinculadas a la contratación de productos deben ser proporcionales y nunca abusivas. Además, las condiciones de dichos productos que se comercialicen junto al préstamo hipotecario han de estar en línea con las de mercado.

Esta es la teoría de las buenas prácticas, pero no todos los bancos aplican esta máxima.

Algunas entidades ofrecen tipos de interés muy competitivos pero obligan a contratar seguros y otros productos de ahorro o inversión cargando comisiones fuera de mercado. De este modo, logran mejorar sus márgenes y compensan el aparentemente reducido precio que publicitan en sus campañas hipotecarias. Si, por ejemplo, para que te concedan el préstamo para la compra de una vivienda te obligan a contratar un seguro de vida o de hogar, comprueba que el precio que te aplican por las coberturas sea justo y no esté inflado. El sobrecoste por estos productos lo vas a arrastrar durante 15, 20 o 25 años, así que haz cálculos y valora si te conviene.

En esta línea, algunas entidades, además, ofrecen tipos de interés reducidos, pero, si en algún momento de la vida del préstamo decides desvincularte o incumples alguna de las condiciones fijadas, te aplican de golpe una subida en el precio de la hipoteca de hasta un 1%.

Es muy importante, a la hora de comparar ofertas de varias entidades, tener clara la TAE (Tasa Anual Equivalente), dado que es el ratio que incluye todos los gastos ligados a la hipoteca. Este porcentaje tiene en cuenta el TIN (Tipo de Interés Nominal), las comisiones y otros gastos. Una entidad puede ofrecer un TIN aparentemente bajo y una TAE atractiva con la contratación de múltiples productos. Sin embargo, hay que analizar si la TAE se dispara cuando el cliente deja de contratar algún seguro.

Ten en cuenta también que, si el banco decide unilateralmente elevar la prima de estos seguros, tendrás que asumir esta subida.

Por otro lado, vigila las comisiones asociadas a la cuenta vinculada a la hipoteca. Un sobrecoste de, por ejemplo, 90 euros al año, supone un desembolso de 1.800 euros en un préstamo a 20 años.

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