Productos cotizados: diferencias entre etf, etp, etc y etn

La mayoría de los fans de la gestión indexada saben en qué consiste un ETF o fondo cotizado. Sin embargo, existen otros productos que también permiten referenciarse al comportamiento de un índice, o al de un activo en concreto, y que pueden generar confusión. Entre otras cosas, porque las siglas son muy similares. Nos referimos a los ETP, los ETC y los ETN. Te contamos en qué consisten.

Qué es un ETF

Antes de empezar, recordemos en qué consiste un ETF. Estas siglas corresponden a Exchange Traded Fund, que en inglés significa fondo cotizado. En efecto, se trata de fondos de inversión que imitan el comportamiento de un índice y que tienen la particularidad de que cotizan en bolsa. De esta forma, hacen lo mismo que los fondos indexados pero presentan algunas ventajas y desventajas con respectos a éstos, que te explicamos aquí.

A la hora de replicar el índice pueden seguir estrategias distintas.

Por otro lado, existen diferentes tipos: alcistas, bajistas y apalancados.

Los ETF están regulados por la directiva europea UCITS, al igual que el resto de los fondos de inversión. Esta directiva les obliga a cumplir con una serie de requisitos, tanto en lo relativo a los activos en los que pueden invertir como en la diversificación de su cartera. Por ejemplo, un ETF puede replicar un índice de materias primas, pero no le está permitido reproducir el comportamiento de una sola, ya que incumpliría la normativa.

Como alternativa, las gestoras ofrecen productos muy similares que no están sujetos a esas restricciones: los ETC (Exchange Traded Commodities) y los ETN (Exchange Traded Notes).

Tanto los ETF como los ETC y los ETN entran dentro del paraguas genérico de ETP, siglas en inglés de productos cotizados (Exchange Traded Products).

Por tanto, a primera vista, ya podemos apreciar la principal diferencia. Todos ellos son vehículos que cotizan en bolsa, y que por tanto puedes adquirir a través de tu bróker habitual, pero sólo los ETF son fondos de inversión, mientras que los demás tienen un formato distinto.

ETC y ETN

En concreto, los ETC son productos diseñados para replicar materias primas (commodities). Permiten invertir en una sola, como el oro o el petróleo, o en un conjunto de ellas.

Algunos están respaldados por el subyacente físico. Sobre todo aquellos que imitan el comportamiento de metales preciosos, que son más fácilmente almacenables.

En cambio, el resto utiliza la réplica sintética a través de productos derivados. En ocasiones se recurre a un swap, que es un contrato con un banco de inversión por el que éste se compromete a trasladar el rendimiento, positivo o negativo, que experimente el activo subyacente.

Respecto a los ETN, son emisiones de deuda en las que el inversor en lugar de recibir un cupón recibe la revalorización de un índice a tiempo real.

Por tanto, su funcionamiento es muy similar al de un ETF, salvo que no son fondos de inversión (ni están sujetos a la misma normativa). Esto implica que el inversor corre un riesgo de crédito, como ocurriría con cualquier otro bono. A cambio, suelen ofrecer un tracking error muy reducido y costes más bajos.

Ventajas y riesgos

Los ETP permiten invertir en todo tipo de activos e índices. En ocasiones en algunos de difícil acceso (como las criptodivisas). Y lo hacen a tiempo real, cotizando en mercados regulados.

En el caso de los ETF, además, el inversor cuenta con todas las garantías que supone un fondo UCITS, si bien hay algunos tipos de inversión a los que no puede acceder.

En cuanto a los riesgos, los ETP están sujetos a las fluctuaciones del mercado. Es decir, ganan o pierden en función de cómo evolucione el índice o el activo subyacente al que están vinculados.

Por otro lado, en época de turbulencias la falta de liquidez puede llegar a repercutir en los diferenciales de oferta y demanda.

Finalmente, en el caso de los ETC y los ETN existe un riesgo adicional: el riesgo de contrapartida. En otras palabras, el riesgo de que la gestora quiebre, o no cumpla con su compromiso con el inversor.

En el caso de un ETF esto no sería un problema, ya que, como ocurre con cualquier fondo de inversión, los activos que tiene en cartera no forman parte del balance de la gestora y están custodiados en una entidad depositaria aparte.

En cambio en los ETC y los ETN sí existe ese riesgo. Para paliarlo, la mayoría de las gestoras suele ofrecer una garantía (o colateral) en forma de cash o activos de alta calidad crediticia.

En el caso de los ETC con subyacente físico, este colateral lo constituiría la propia materia prima a la que está referenciado. Por ejemplo, el  Invesco Physical Gold ETC está garantizado por lingotes de oro físico, almacenado en cámaras acorazadas en Londres.

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