cómo empezar a invertir con menos de 10 euros

Uno de los grandes mitos del mundo de la inversión es creer que sólo es para ricos. En realidad, gracias a la tecnología y la aparición de la neobanca, hoy puedes empezar a construir tu cartera con menos de lo que cuesta una cena para dos.

Y no, no es una exageración: con lo que gastarías en una comida rápida o un par de cafés, puedes comenzar a dar tus primeros pasos hacia una mayor salud financiera.

Invertir pequeñas cantidades puede parecer poco relevante, pero en realidad tiene un gran valor, especialmente al principio. No se trata tanto del importe como del hábito que estás creando. Empezar a invertir, aunque sea con cifras simbólicas, te permite aprender sin asumir grandes riesgos, familiarizarte con los mercados y, sobre todo, incorporar la inversión como parte de tu día a día.

En el mundo de las finanzas personales, el tiempo y la constancia suelen pesar más que el capital inicial. Por eso, cuanto antes empieces, mejor.

Fondos indexados desde 1 euro

Una de las formas más sencillas y eficaces de empezar a invertir con poco dinero es a través de los fondos indexados, a los que puedes acceder desde solo 1 euro. Estos productos replican índices bursátiles como el MSCI World o el S&P 500, lo que te permite acceder de forma inmediata a una cartera diversificada, con exposición a cientos o miles de empresas.

Además, al tener comisiones muy bajas, resultan ideales para una estrategia de inversión a largo plazo.

Su precio es tan reducido que puedes permitirte invertir no sólo en un fondo, sino en un conjunto de ellos, lo que te aportará aún más diversificación. Ahora bien ¿cuáles elegir? El mix perfecto (asset allocation) es distinto para cada inversor, ya que depende de su perfil de riesgo y el horizonte temporal que se haya marcado.

ETF: diversificación con flexibilidad

Otra opción interesante para invertir pequeñas cantidades son los ETF, o fondos cotizados. Estos instrumentos permiten la misma diversificación que un fondo y además cotizan en bolsa, por lo que puedes comprarlos y venderlos a tiempo real.

No obstante, a diferencia de los fondos, no permiten el traspaso sin tributación. Por tanto, si te llevas el dinero de un ETF a otro, tendrás que pagar impuestos por el camino.

Muchos ETF tienen precios por debajo de los 10 euros y tienes una amplia gama para elegir, desde índices globales a sectores concretos, como tecnología o energías renovables, o incluso estrategias temáticas. Son productos eficientes, transparentes y cada vez más populares entre los pequeños inversores.

Acciones para empezar poco a poco

Invertir en acciones individuales también es posible con poco dinero. Muchas de ellas cotizan a precios relativamente reducidos, inferiores incluso a los 1ventajas fiscales0 euros.

Eso sí, a diferencia de los fondos y ETF, invertir en acciones requiere algo más de análisis y seguimiento, por lo que puede ser conveniente empezar con compañías que conozcas bien o que formen parte de sectores que entiendas.

Planes de pensiones con aportaciones mínimas

Si tu objetivo es ahorrar para la jubilación, también puedes empezar con muy poco. Algunos planes de pensiones permiten aportaciones desde 10 euros, lo que te permite aprovechar desde hoy el efecto del interés compuesto. Además, estos productos cuentan con  que pueden ayudarte a optimizar tu ahorro a largo plazo, dependiendo de tu perfil y situación personal.

Existen planes de pensiones indexados que replican índices globales, combinando bajo coste y diversificación, y que están especialmente pensados para una estrategia de crecimiento sostenido a largo plazo.

Invertir poco también suma

Uno de los grandes temores al empezar a invertir es la posibilidad de perder dinero. Es un miedo comprensible, pero es importante recordar que invertir no es apostar. No se trata de ganar o perder en el corto plazo, sino de adoptar una estrategia a largo plazo que te permita hacer crecer tu dinero con el tiempo. La clave está en diversificar, aportar de forma periódica y no dejarse llevar por las emociones del mercado.

Si estás pensando en empezar, puedes hacerlo hoy mismo con estos pasos básicos: define tu objetivo (ahorrar para el futuro, para un proyecto personal, para la jubilación…), elige uno o varios fondos indexados (o ETF) y automatiza una pequeña aportación mensual (aunque sea de 5 o 10 euros). Y, sobre todo, mantén la calma y la constancia. No hace falta que sigas el mercado cada día; lo importante es ser regular y tener visión de largo plazo.

Invertir con menos de 10 euros no solo es posible, sino también una excelente forma de empezar a tomar el control de tu futuro financiero. No necesitas grandes sumas para empezar, solo necesitas dar el primer paso. Porque al final, lo que cuenta no es con cuánto comienzas, sino el hábito que construyes.

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