España es más un país de ahorradores que de inversores. Según el “I Barómetro Europeo de la Inversión en Rentas” que elabora J.P.Morgan Asset Management, sólo uno de cada cuatro españoles invierte sus ahorros mientras que el resto los mantiene en cuentas de efectivo o ahorro con lo que ni siquiera protegen su patrimonio frente a la inflación.
La falta de planificación financiera, el miedo al riesgo y el papel fundamental que juega la educación financiera, o la ausencia de ella, nos convierte en un país de rentistas que no invierten sus rentas.
¿Qué hay que tener en cuenta para empezar a invertir lo ahorrado?
A partir de tu edad y tu horizonte temporal (tiempo durante el cuál pretendes mantener tu inversión) podrás definir en qué tipo de activos es más conveniente invertir. Cuando eres joven puedes permitirte mayor riesgo a cambio de más rentabilidad. Además, el efecto del interés compuesto durante muchos años juega a tu favor. Ya te explicamos lo que esto significaba aquí.
También tu horizonte temporal te ayudará a descartar unas inversiones frente a otras, de tal forma que si vas a necesitar el dinero en un futuro cercano – el corto plazo que suele ser hasta 3 años – es preferible invertir en activos conservadores, con poca volatilidad, que te permitan mantener el capital invertido al menos para cualquier necesidad o acontecimiento imprevisto. Si por el contrario, tu horizonte temporal es de largo plazo (más de 5 años), por ejemplo invertir para la jubilación, lo aconsejable es que tus ahorros se inviertan en activos más agresivos, como la renta variable. Para la inversión a largo plazo debes asumir más riesgo para conseguir una mayor rentabilidad. El largo plazo te dará opción a recuperarte de años malos porque los mercados suben y bajan y los momentos de miedo, tensión y caídas suelen durar menos que los de complacencia y optimismo.
A la hora de empezar a invertir no debes olvidar nunca el binomio rentabilidad-riesgo. Un inversor debe ser sensato y coherente con el riesgo que está dispuesto a soportar sabiendo que cuánto mayor riesgo asuma mayor será la rentabilidad potencial. Es decir, que si eres un inversor miedoso y conservador no podrás exigirle a tus inversiones una rentabilidad superior a los tipos de interés o a la inflación. Sólo si eres valiente podrás aspirar a obtener rentabilidades atractivas que te premien el riesgo que asumes.
Definida tu edad, tu horizonte temporal y el riesgo que estás dispuesto a asumir ya tienes hecha la mayor parte del trabajo. Este es tu perfil de inversor y en base a él deberás realizar tus inversiones. Pero no te preocupes si no sabes valorarlo, siempre es bueno recurrir a un asesor financiero o a una entidad especializada en inversiones y gestión de patrimonios que pongan a tu servicio productos de inversión acordes a tu perfil y que sean los más adecuados para satisfacer tus objetivos. En MyInvestor contamos con cinco perfiles de fondos, desde el más conservador al más agresivo, donde tú sólo tienes que elegir en cual quieres estar y nosotros nos encargamos del resto.